Si tu aliento a brisa fuese de sal,
tiraría mis raíces al viento
para ir en búsqueda del dulce acento
escondido en la aurora boreal.
Si tu cuerpo fuese batalla naval,
con nombre de guerra estaría atento
de ser seducido por beso cruento,
en un mar de esperanzas sin moral.
Bandera blanca teñida de cobre
hoy será la espada que he de empuñar,
como cualquiera que en amor es pobre.
Porque si a tu Norte ha de señalar
el rumbo de este corazón salobre,
será porque el tuyo me sabe a-mar.
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