miércoles, 19 de noviembre de 2014

El descanso

Compañía íntima, un lugar discreto:
a media luz, noctívago recinto,
con una carne roja y un vino tinto,
la vieja guitarra y un amor secreto.

Las mentes gozaban de aquel asueto,
de aquel paraje sereno y distinto;
siendo tan fácil gozar del requinto
al ya estar el estómago repleto. 

¿Quién teniendo harto morapio en el póculo,
con grata y acogedora compañía,
tendría para dar algún reproche?

Hemos encontrado aquí un nuevo fóculo
con ágape, música y poesía,
donde ligera se siente la noche.

sábado, 15 de noviembre de 2014

Día de campo

Me apetece perderme en la alameda,
presenciarte al declive de otro sol,
asirme férreo de tu overol
campestre, y dejar que todo suceda.

Tirar al pozo una que otra moneda,
provocarte a versos un arrebol,
encomiarte en sostenido o bemol,
y seguir recorriendo la vereda.

¿Qué tendrá de especial esta dehesa
que me invita, al sólo abrir las ventanas,
a ser contigo cazador y presa?

Ya dependo de estas tardes ufanas
donde tú exhibes tu sutil belleza
y yo por besarte muero de ganas.

sábado, 1 de noviembre de 2014

Invisible

No quisiste llorar. No ante mis ojos. 
De modo que opté a obcecadas estafas:
mi vista aplaqué y te quité las gafas;
le di tiempo a tus íntimos cerrojos.

Lacrimales tornaron tus ya rojos
pómulos de delicadas piltrafas.
Mi dedo adecentó esas aguas zafas
que el amor pasado soltó a manojos.

Esa timidez sólo es la resulta
de este mundo carente del deseo
de mostrar la dicha que tiene oculta.

Y aun siendo invisible en un parpadeo,
sentirte en nada se me dificulta:
si no eres nadie, ¿cómo es que te veo?