domingo, 21 de septiembre de 2014

Legado

Hoy que esta mi polidipsia apaciguo
recorriendo descalzo la húmeda hierba,
que la gleba fecundó mi minerva
y algazara, elijo un camino ambiguo.

El periodo de la tierra es antiguo,
más de lo que un recuerdo se conserva;
y nunca fui parte de la caterva,
pues su entendimiento lo encontré exiguo.

No pude ocultar quién soy, lo que siento.
Y hoy que retorna mi espíritu al piélago,
sé que de mi esencia las mentes comen

por saciar su hambruna de sentimiento,
como hace este noctívago murciélago
con los lepidópteros en su abdomen.

miércoles, 17 de septiembre de 2014

Tósigo femíneo

Sé que debo andar con suma cautela,
que inoculas efectos alienantes
en la mente de todos tus amantes,
cándidas presas de tu corruptela. 

Que tu efigie miradas encarcela
entre rasgos y curvas dominantes...
mas yo conozco todo tu ardid de antes,
y me resulta inocuo, bagatela.

Porque recorrí aquel rumbo nocivo:
el que camuflas con tus manos tercas.
Y debo decir que aun siendo nefasto,

en él aprendí a sentirme más vivo.
Y aunque quiera, sé que si te me acercas
en tu boca el corazón me desgasto.

domingo, 14 de septiembre de 2014

Tardas

Tardas, justo cuando más te adolezco.
Y no sé si del incauto arregosto
de abril a nuestra dilección de agosto,
yo he sido quien dio el paso gigantesco

o tú quedaste en el juego burlesco.
El espacio entre ambos es tan angosto,
pero sólo para mí tiene un costo:
Tú no eres mía, yo te pertenezco.

Cubre las llagas de tus pies descalzos,
provocadas por recorrer el bardo
en la búsqueda de cariños falsos.

Que iré a ti, paciente como yo aguardo.
Mas no dudes si yendo a pasos balsos,
justo cuando más me adoleces, tardo.

domingo, 7 de septiembre de 2014

Bajo la umbría de la vid

Al pie del antiquísimo ajimez,
su padre había erigido una parra.
Recuerdo que ahí, junto a mi guitarra,
le declaré mi amor por prima vez.

Llegada la vendimia y su adultez,
encuentro ahí entre frunces de zamarra
símil afán que su pecho desgarra,
dejando expuesta fina desnudez.

Si hablara de esto el poeta de Cuba,
¿pudiera captar en su melodía
el suave aroma de aquel zumo de uva

que a ambos cuerpos ávidos envolvía,
sin que el concepto degrade ni suba
a esa mujer que, sin serlo, es ya mía?

lunes, 1 de septiembre de 2014

Miradas de insomnio

Podrías portar reflejos extintos,
lúcida gama de un ponto sereno
ornamentando tu tono moreno,
sinfonía de pigmentos distintos.

O a través de vestidos variopintos
(de un escote pronunciado, amplio y pleno)
entrever lo convexo de tu seno,
produciendo los más bajos instintos.

De cualquier modo este mi desconcierto,
que tanto hace permanecer de hinojos
mi tesón al anochecer desierto,

no atañe a decorativos rastrojos.
¿Sabes por qué me mantengo despierto?
Por ese café que inunda tus ojos.