sábado, 29 de octubre de 2016

Arcoíris

Fuiste en contra de esa lluvia tan fresca,
fuente de todo a lo que soy proclive:
la libertad que entre gotas describe
mi bonanza (y lo que se le parezca).

Y te siento cálida y pintoresca,
hoy que soy como tierra que recibe
tanta vida, linfa, clima e (inclusive)
placidez a tu ribera, tu yesca.

Pasos sobre vítreos azulejos,
la luz que emana de entre tus enaguas
y mi deseo de ir contigo lejos...

¡Quién pudiera saber si también fraguas
tal y como mis sentidos perplejos
tras pedir aventón en tu paraguas! 

Marañas

Enzarzando unas hebras en mi dedo,
dándole paso a la luna en tu nuca,
¡cómo quiero ser tul que se acurruca
por eslabones en tu cuello! ¿Puedo?

No le tengo miedo, mas retrocedo:
en cactáceas, de temor se educa
uno. ¿Esto es suave algodón de fayuca?
¿Qué esconde tu singular arboledo?

En tus cúmulos de ilusiones rufas,
mis manos son temerosas arañas
que poco quieren emprender afufas.

Déjalas quedarse entre las entrañas
de tu cubil crespo de ideas bufas
y razones prudentes: tus marañas.