miércoles, 13 de mayo de 2015

Nana para Malinche

Duerme, Malinche, duerme en el auxilio
del tibio tálamo del gerifalte.
Que ahí un recuerdo no te sobresalte,
ni usurpe el fervor de tu absurdo idilio.

Cubre tu vergüenza en vano utensilio:
sibarita ornato de bilé y esmalte.
Que el cortejo prudente no te falte
en la viudez moral que es hoy tu exilio.

Porque no olvides que fue el hombre rubio
quien, en el pecho de un pobre mulato,
con balas del diablo indujo un diluvio.

Mas duerme exenta del asesinato:
qué sabía el indio de tu ser dubio
y tu cuerpo proclamado barato.