domingo, 24 de marzo de 2013

Pensamientos


Pensé que no sería suficiente
con dar el mejor aspecto de mí.
Pensaba ser un simple y baladí
renglón en los recuerdos de tu mente.

Y si a pesar, el sueño recurrente
insistía en buscar lo que perdí,
pensar dormirle a la voz del nabí
que declaraba el dolor inherente. 

Y es que vivir con cruel incertidumbre
de si pensarte en demasía al verte,
se me hizo a mí tradición y costumbre.

Pero al postergar nuestro encuentro a muerte,
a lo mejor la sapiencia me alumbre
y dé cuenta que 'pensar'... no es mi fuerte.

miércoles, 6 de marzo de 2013

Aguas mansas (Tercera parte)


Y fue el cordero, con aire valiente,
seguido por sus tantos allegados,
sin poseer los riesgos calculados,
a 'someter' al lobo nuevamente.

Hallole en el arroyo y le hizo frente,
basándose en esos 'triunfos' pasados.
Pero esta vez se vieron devorados,
pues el lobo no estaba tan paciente.

A veces excedemos la nobleza
y la bondad de ciertos personajes
al ser como dolores de cabeza.

Aprende a entender todos los mensajes,
que a veces vence a la naturaleza
concebirle demasiados corajes.

martes, 5 de marzo de 2013

Aguas mansas (Segunda parte)


Y hacía gran alarde en el rebaño
el cordero al contar su nueva historia,
la cual causaba ya bastante euforia
al no causarle el lobo ningún daño.

De pronto, una oveja de más de un año
increpó con fuerza su vanagloria:
"Guarda tus recuerdos en tu memoria,
y agradece el comportamiento extraño

del lobo, que sus famosas andanzas
lo catalogan como un muy mal pillo.
Mejor si ya de lucirte te cansas,

que hablar por sólo hablar es muy sencillo,
como intentar nadar en aguas mansas.
Pero... no las enturbies, corderillo."

lunes, 4 de marzo de 2013

Aguas mansas (Primera parte)


Y bebía en el arroyo el cordero
cuando hizo su arribo el lobo feroz,
que con autoridad alzó la voz
y dijo: "¡Deja que beba primero!"

"Podrás tú beberte el arroyo entero
después, que yo llegué antes de los dos
y tengo más derecho, monstruo atroz."
La respuesta dejó perplejo al fiero.

"Actúas sin temor a lo que causes,
sin medir lo que pudiera pasar.
Tan admirable actitud nunca pauses,

a menos que llegues a molestar,
que si quedé quieto y sin abrir fauces
es por no haber tanta sed por saciar."