Fuiste en contra de esa lluvia tan fresca,
fuente de todo a lo que soy proclive:
la libertad que entre gotas describe
mi bonanza (y lo que se le parezca).
Y te siento cálida y pintoresca,
hoy que soy como tierra que recibe
tanta vida, linfa, clima e (inclusive)
placidez a tu ribera, tu yesca.
Pasos sobre vítreos azulejos,
la luz que emana de entre tus enaguas
y mi deseo de ir contigo lejos...
¡Quién pudiera saber si también fraguas
tal y como mis sentidos perplejos
tras pedir aventón en tu paraguas!
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