domingo, 25 de agosto de 2013

Aclimatación inane

Tú, antítesis climática que adquiere
un motivo distinto en nuestro esquema,
que sólo fuiste en mi álgido sistema
la vorágine de un báratro que hiere. 

Un estío invernal (si se prefiere),
fenómeno que presentó el dilema:
un fogaje que hiela, un frío que quema;
la calina que al amor ateriere. 

En la atmósfera de un sentir tan breve,
caduco tal como las estaciones,
nos dio lo mismo ser lava o ser nieve.

Pues compartimos símiles renglones,
a veces hasta idéntico relieve...
mas nos extinguieron contradicciones.

miércoles, 14 de agosto de 2013

Luna gitana

Hoy te vi, tan lejana como eterna,
consumiéndote lento en un fandango,
con aire tan bohemio, tan mindango,
y tu saya de luz en la entrepierna.

Quise alojarme en tu venial caserna,
esconderme de todo en tu remango;
el destino no es recíproco en rango:
yo abyecto eclipse y tú ... tú tan lucerna.

Tan demostrado está que las distancias,
tal y como predican los consejos,
jaman al amor y enciman las ansias.

Mas, luna gitana, son tus reflejos
tornasol de mis opacas instancias,
que adoro tu danza, aunque estés tan lejos.

sábado, 10 de agosto de 2013

Sinécdoque

Escribo, porque es lo único que tengo,
de la cáfila me anatematiza.
El contraste nace de esa povisa
que atiza cualquier gran talento en luengo.

Inherente don dado cual premisa
de toda observancia de mi abolengo.
Sé a dónde voy si sé de dónde vengo,
si el papel marcha demasiado aprisa.

Estas trovas son mi más notable arma
contra aquellos efluvios que me arramble
el amor o el odio, el destino o el karma.

Que si la vida no es más que una lid,
y las huestes un poético ensamble,
me he de batir por la voz de mi quid.

viernes, 9 de agosto de 2013

Navegante

Guíame, como mareta del ponto
me dejo llevar, tan adrede, aposta.
La tierra es débil y la gleba angosta,
excede a ambas mi volitivo monto.

Yo pequé de ingenuo, pequé de tonto,
de este amor náutico desceñí la osta.
Hoy busco abitar, en la misma costa,
lo que no es tarde, lo que no fue pronto.

En tu agua clara, de relente mondo,
perdí el sueño de natura incauta
al sólo despertar un apego hondo.

Hoy debo seguir la corriente y pauta,
sólo arrumbar, ya sin temor al fondo,
la singladura: tú, mi Argo, yo, el nauta.